Basílica de Santa Maria de Igualada
La Basílica de Santa Maria de Igualada es el conjunto más significativo de nuestro patrimonio cultural. La historia de este templo, que se levanta en el corazón de la ciudad se funde con los orígenes y las viejas raíces cristianas del pueblo de Igualada. Con el paso de los siglos, el edificio se ha ido transformando, igual que la población que ha crecido a su alrededor.
La iglesia, de muros austeros, tiene una sola nave de 43,10 x 14,40 m, con seis capillas laterales por banda. En el ábside hay un presbiterio de planta cuadrangular y, al final de la nave, se encuentra el coro. El edificio presenta contrafuertes exteriores con gárgolas, un rosetón sobre el portal de entrada y quince ventanales.
En el interior, el techo de 23,70 m de altura está dividido por arcos semicirculares, entre los cuales hay bóvedas de crucero, típicas del gótico, cerradas en el centro por claves de bóveda de más de un metro de diámetro y esculpidas con figuras. En el techo del presbiterio, resuelto con una forma estrellada de estilo gótico, la clave central está dedicada a la Madre de Dios, y las otras cuatro, más pequeñas, a los evangelistas. Cabe destacar el majestuoso arco del presbiterio y la anchura del arco aplanado del coro, con una bóveda cerrada por una clave con figura del arcángel San Miguel.
Los arcos del techo descansan en pilastras de línea clásica que delimitan las capillas laterales. Estas tienen arcos semicirculares y, sobre ellos, transcurren galerías con ventanales redondeados generalmente en grupos de tres. El recinto está reseguido por molduras de influencia italianizante.
El pavimento es de 1865. La balaustrada del presbiterio está decorada con dos figuras de mármol que sostienen candiles (s. XVIII). Las cristaleras fueron construidas por la casa Oriach de Barcelona a partir del año 1972 (remarcan las decoraciones con las figuras de los apóstoles). En la fachada, la puerta (diseño de Cèsar Martinell Brunet, 1949) está custodiada por una lápida a cada lado, que recuerdan la participación de un luchador igualadino en las batallas del Bruc (1808) y su relación con la bandera del Santo Cristo.
Sucesivas generaciones han dejado su huella en esta basílica, lo que la ha convertido en un valioso testimonio religioso, histórico y artístico, heredado por todos los igualadinos.
HORARIOS DE APERTURA DE LA BASÍLICA
De lunes a viernes: de 9 a 12 h y de 17:30 a 19:30 h
Sábados y vigilias de festivo: de 9 a 12 h y de 19 a 21 h
Festivos: de 10:30 a 13 h y de 19 a 21 h
www.santamariaigualada.com