Castillo de Cabrera
El castillo fecha, al menos, de medianos del siglo XI. Su construcción está estrechamente relacionada con el paso del Camino Real por el congosto de Capellades, que domina visualmente desde su posición elevada.
El conjunto original incluye inicialmente un recinto superior y un recinto inferior, ambos rodeados de murallas. Permanece un tramo de 80 m de muro oeste y unos 35 m de muro norte, con varias aspilleras. También se conserva la iglesia de Sant salvador, de origen románico. Encima de parte del castillo, en el siglo XVII se izó un nuevo caserío por la familia propietaria.
El castillo fue inicialmente de los vizcondes de Barcelona, pasando después a la familia condal. Se mantuvieron hasta a finales del siglo XIII, cuando Jaume I lo permutó por otro (el de Altea) a Asbert de Mediona. Después de los Mediona, el castillo pasó sucesivamente a los Tous, los Cardona, los Camporrells y los Foixà, que mantuvieron los derechos hasta el siglo XIX. No obstante, la familia que tubo posesión efectiva del castillo desde el siglo XVII, fueron los Móra.
Este Caserio pone de manifiesto la adaptación del castillo a una nueva realidad en la cual, si bien no perdía su papel de centro capitalizador de su término, los trabajos defensivos no eran una prioridad.