Castillo de la Roqueta
Las primeras noticias son del año 960, en el acta de confirmación hecha por el conde de Barcelona y Osona Borrell II a su vasallo Isarn, hijo de Sal·la. El año 1018 el senyorejava Hug de Cervelló el cual promovió un pleito con el obispo de Vic por una supuesta usurpación de tierras. El litigio acabó con una sentencia de la condesa Ermessenda y de su hijo Berenguer Ramon Y a favor de la mitra vigatana. Un litigio posterior en la definición de los términos entre Bernat Sendred de Gurb-Queralt y Umbert de Cervelló se resolvió en 1030.
La parte más vistent de las ruinas la forma un lienzo de pared de considerables dimensiones orientado a mediodía. Hace 3,3 m de alto, una longitud de 8,2 m y un grueso de 90 cm. Reforzado interiormente con una pared donde se abren dos arcadas con arcos de medio punto adovellats. Pertenecía en una sala de si hace o no hace la longitud del muro sur y una anchura de 4 m. Parece que podría corresponder en la sala principal, o bien a la capilla del castillo, dedicada a santo Miquel. El muro oeste es medio hundido y no resta nada de los muros este y norte. Era cubierto por una vuelta de piedra ahora derrumbada. A la pared sur hay dos aspilleras situadas a dos niveles. En su punto más alto del cerro hay algunos restos del que había sido una torre, seguramente la parte más antigua del castillo.
El aparato es de pequeños bloques de piedra de unos 12 cm de alto por 25 cm de largo dispuestos en hiladas horizontales y unidos con mortero de arena y cal.
En cambio de la iglesia de Santa Maria de la Roqueta es un edificio de finales del románico, de una sola nave casi rectangular, culminada por un ábside interiormente circular y exteriormente poligonal de nueve caras. Incrustados a las paredes se localizan varios correos con decoraciones de gran calidad (pájaro, ningún humano…)