Copons, paso de arrieros y comerciantes
El municipio de Copons (432 m de altitud) se edificó en el valle formado por la confluencia del río Anoia con la riera de Sant Pere, y en la vertiente de la colina que había sido coronada por el desaparecido castillo. Dentro del perímetro de las murallas medievales se encontraban las calles del castillo y del muro. Extramuros y en la parte baja se extendieron las calles de Vilanova y el Raval, formando la calle Mayor.
El siglo XVIII fue una época muy próspera para Copons gracias a sus arrieros. Las principales familias comerciantes eran los Jover, los Segura, los Brunet y los Ramon. Estos arrieros comercializaban con el sector textil y vendían en importantes lugares de Cataluña, como Igualada y Barcelona, pero también de España, como Castilla y La Coruña. Al volver, llevaban harina para los 18 molinos que había a lo largo del río Anoia (desde el molino de la Roda hasta el molino de Cal Madora). Copons se convirtió en un lugar de paso importante del camino real entre Calaf e Igualada.
Testigo de ello son sus grandes casas de aire noble y su singular configuración urbanística. En las calles del muro y del castillo, por ejemplo, se encuentran una serie de casas distinguidas con dovelas blasonadas, como la Casa Lacambra, Cal Segura o Cal Poldo, donde se instaló el primer telar mecánico de Cataluña. También destaca el campanario de la iglesia parroquial de Santa María (1754), de estilo neoclásico con toques barrocos y con importantes retablos en su interior.
Lugares de interés en el municipio:
1) La ruta de los molinos de agua, especialmente el Molí del Mig y el Molí de Cal Madora, y las balsas y minas subterráneas para abastecer estos molinos.
2) El pozo Gorg del Nafre.
3) La plaza porticada y las calles del casco antiguo.
4) La leyenda de Roc de Copons.
5) La colección de herramientas tradicionales de carpintería.
6) El monumento a los arrieros y negociantes de Copons, Diáspora, obra del artista Ernest Altés.
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