El Camino de San Jaime en su paso por la Anoia
La historia del Camino de San Jaime se remonta a principios del siglo IX (año 814) momento del descubrimiento del sepulcro del apóstol evangelizador de la Península Ibérica. Un pastor gallego llamado Pelayo vió una estrella que señalaba un lugar del cerro donde más adelante surgiría Compostela. La noticia llega rápidamente al obispo de la diócesis de Iria Flavia, Teodomir, quien ordena desbrozar el cerro. Se descubre el sepulcro atribuido al Apóstol y Teodomir, por inspiración divina, anuncia solemnemente que los restos encontrados pertenecen al apóstol San Jaime.
El camino quedó definido entonces mediante una red de vías romanas que unía los puntos neurálgicos de la Península. El impresionante flujo humano que pronto se dirigía hacia Galicia hizo aparecer rápidamente numerosos hospitales, iglesias, monasterios, abadías y pueblos alrededor de la ruta. Durante el siglo XIV empezo a decaer la peregrinación, hecho provocado por las guerras, las epidemias y grandes catástrofes naturales.
La recuperación de la ruta empieza a finales del siglo XIX cuando el arzobispo Payá Rico redescubre los restos del Apóstol y el Papa León XIII confirma su autenticidad. Pero es durante el último cuarto del siglo XX cuando se producte el autentico resurgimiento contemporáneo de la peregrinación. No hay duda que los componentes sociales, turísticos, culturales o esportivos han tenido una gran importancia en la revitalización jacobea pero tampoco se debe olvidar que la ruta ha ganado su prestigio gracias a su valor eminentemente espiritual.
El año 1987 el Camino de San Jaime fue declarado Primer Itinerario Cultural Europeo y el 1993 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El Camino de San Jaime cruza roda la Anoia desde Can Maçana hasta la Panadella realizando un total de 39,20 km dentro de este territorio. Durante este itinerario encontramos diferentes puntos interesantes donde parar atención:
1) Can Maçana: Casa solariega y punto de partida de muchos de los itinerarios por la montaña de Montserrat.
2) Sant Pau de la Guàrdia: Pequeño núcleo de casas, presidido por la iglesia, primer edificio que se encuentra andando al llegar. Fue bastida el año 1740 sobre los restos de un templo anterior y adosada al conjunto de casas.
3) Castellolí: El pueblo de Castellolí está situado en un lugar privilegiado, a cobijo de la collada del Bruc que antiguamente era un arrecife difícil de vencer. El pueblo creció bajo la protección de su castillo, documentado des del año 961, excepcional punto de vigía escrutador del transcurrir cotidiano de la comarca. En un cerro próximo, dominando la población, se sitúa la iglesia vieja de San Vicente. Diseminadas por los cerros que recorren el pueblo hay numerosas barracas de piedra seca o barracas de viña, que son sencillas construcciones rurales hechas únicamente con piedra.
4) Igualada: La ciudad de Igualada nació alrededor del año mil, al margen izquierdo del río Anoia, que da nombre a la comarca. El nombre de Igualada proviene del latín aqualata, que significa donde el río se expande, un río que a lo largo de la historia ha estado bien aprovechado para proveer de agua la industria adobera o de energía hidráulica los molinos. La ciudad debe buena parte de su desarrollo a la proximidad del Camino Ral de Barcelona a Lleida. En el núcleo antiguo de Igualada destacamos la plaza porticada del Ayuntamiento, los auténticos portales de Vives y de la Fuente Mayor de la antigua muralla y la imponente basílica de Santa María. Diferentes calles de los alrededores son herencia del urbanismo medieval de la ciudad, algunos son cubiertos en parte y evocan la fisonomía que debió tener la ciudad antigua.
5) Sant Jaume Sesoliveres: En las afueras de Igualada, medio escondida entre las casas de una zona residencial, se encuentra la antigua iglesia románica de Sant Jaume Sesoliveres, Bien Cultural de Interés Nacional. Dependió del priorato de Santa María de Montserrat por una donación que hicieron los señores de Ódena al monasterio de Santa María de Ripoll. Se trata de un templo románico que ha sufrido sucesivas reformas durante los siglos XIV, XV, XVII y XVIII.
6) Jorba: Jorba es un pequeño pueblo situado a los pies del Puig de la Guàrdia, cerro coronado por los restos históricos del castillo de Jorba. Documentado des del siglo XI, del castillo quedan los principales restos debido a la importante destrucción que padeció durante la primera Guerra Carlina. Del municipio vale la pena destacar la imponente cruz de término del 1609 que preside el acceso al núcleo antiguo y da una religiosa bienvenida al pueblo.
7) Santa Maria del Camí: Es una pequeña agrupación de casas con dos iglesias que pertenecen al municipio de Veciana. Al pie de la carretera se encuentrab las dos iglesias, la más interesante, sin duda, la románica. El edificio era una capilla asistencial del Camí Ral de Barcelona en Zaragoza. Durante la primera mitad del diglo XIII se convirtió en priorato y pasó a depender del monasterio de Santa Cecília de Montserrat que mandó algunos monjes. Durante el siglo XIX fue el centro de una parroquia hasta el año 1919 en que dejó de tener culto a favor a otra iglesia. La iglesia nueva, levantada a principios del siglo XX, es un edificio muy sencillo de regusto neoclásico. Aunque está a solo unos pocos metros de distancia, ya es municipio de Argençola.
8) La Panadella (Montmaneu): El nucleo de la Panadella está situado en un cuello de 710 metres de altitud prácticamente equidistante de Barcelona y Lérida. En la Panadella ha habido actividad hostelera casi desde tiempos inmemoriales.
Para los peregrinos pueden encontrar los siguientes lugares de parada y fonda durante el recorrido:
– En Castellolí, hay bares, restaurantes y tiendas. El Ayuntamiento da acogida a un local municipal. Se tiene que llamar previamente en horario de oficina. Tel. 938 084 000. Servicios: se duerme al suelo y solo hay lavabos.
– En Igualada, hay bares, restaurantes y tiendas. El Albergue de los peregrinos de Igualada tiene las siguientes condiciones de uso: Las plazas se ocupan según orden de llegada, aunque se puede hacer reserva con antelación al correo refugiigualada@aj-igualada.net. Se debe sellar la credencial del pelegrino en el Ayuntamiento de Igualada o bien a la recepción del refugio (av. Gaudí, 26 d’Igualada).
El precio es de 15 €/primera noche para aquellos pelegrines que dispongan de la credencial y viajen solos. A partir de dos personas el precio es de 10 €/primera noche. Horario de recepción: de 8 a 22 h. Teléfono: 938 045 515.
– En Jorba, hay bares, restaurantes y tiendas. El Albergue parroquial Sant Jaume se encuentra en la Pl. de la Font. Tel. 938 094 101.
Descárgate el mapa del Camino de San Jaime aquí.
www.camidesantjaume.cat