Castillo de Jorba

El castillo fue construido a finales del siglo X, en lo alto del monte de la Guàrdia, en cuyas vertiente y falda nació el núcleo de Jorba. Este emplazamiento reunía unas buenas condiciones para controlar la cuenca de Òdena –y los caminos que accedían a la zona– después de su conquista por parte del condado de Osona-Manresa.

Actualmente la planta del recinto es difícil de definir debido a los escombros que cubren buena parte de las estructuras. No obstante, se reconoce la existencia de una gran torre de planta circular (que debe de ser la estructura originaria), a la que se unen estructuras de planta cuadrangular. Hay una segunda torre circular de diámetro más pequeño que podría tratarse de un añadido posterior, posiblemente construido durante las guerras carlistas.

Comprendido dentro del condado de Barcelona, el castillo se cedió a los Jorba para que actuaran como castellanos. El miembro más relevante de la familia fue Guerau de Jorba, que recibió el título de barón de Jorba en el siglo XII, gracias especialmente a su influencia en la política catalana de la época, como consejero de confianza del conde de Barcelona, Ramon Berenguer IV. Participó personalmente en las conquistas de Lleida, Tortosa y Tarargona. En la primera mitad del siglo XIV, la castellanía de Jorba pasó a la familia de los Castellolí, con lo que se inició un período de numerosos cambios de manos.

De las noticias históricas conocidas, cabe destacar especialmente la toma del castillo por los realistas en el año 1475, en el contexto de la Guerra Civil catalana; y la voladura del castillo en el año 1835 por los carlistas durante la Primera Guerra Carlista.